Prisión

A partir de la realidad de las prisiones, surge un conjunto diverso de reflexiones. La cuestión para todos nosotros es si nuestras prisiones humillan fundamentalmente o respetan la dignidad humana.

Aunque este número de Concilium no puede abordar todas las diferencias, echa un vistazo a diversas realidades e intenta plantear cuestiones apremiantes y ofrecer una crítica constructiva. Teológicamente, la Escritura establece el mandato de visitar a los presos, pero aún más, de liberarlos (Lucas 4,18). Si asumimos que la atención pastoral en las prisiones es buena, ¿cómo abre el culto encarcelado nuevos horizontes para la reflexión teológica sobre la liturgia, los sacramentos o los rituales de sanación y reconciliación? Estas son algunas de las preguntas y reflexiones teológicas que guían este volumen.

Leo Guardado, doctor por la University of Notre Dame con especialización en Teología y Estudios de Paz, es profesor asistente de Teología Sistemática en la Fordham University.

Su investigación se centra en el concepto y práctica del santuario eclesial, sus implicaciones eclesiológicas en un mundo de desplazamiento humano masivo, y sus posibilidades para replantear modos colectivos de resistencia no violenta. Estos intereses surgen no solo de su experiencia infantil en El Salvador, donde la guerra civil planteó profundas interrogantes sobre qué significa ser Iglesia en medio de la violencia, sino también de su trabajo previo en la frontera entre México y Estados Unidos con parroquias y ONGs que responden activamente a las situaciones de vida o muerte de quienes cruzan el desierto de Sonora.