«Y yo me fui habiendo cumplido la principal de mis promesas: quererla hasta que deje de latir». 
   
 Matt recibe un corazón en el momento en que ya no hay esperanza alguna. Ese trasplante lo mantendrá vivo, aunque con una esperanza incierta. El joven no volverá a ser el mismo sabiendo que en su pecho se anida el corazón de otra persona. 
 Jessica es una joven con el alma rota que decide abandonar Florida para sumergirse en un largo invierno, persiguiendo su sueño de ser bibliotecaria en la Boston Public Library. Y, a su vez, con el propósito de cerrar el capítulo de su vida que compartió junto a un joven bostoniano con el que mantuvo una relación y que la abandonó de la noche a la mañana. 
 Ambos son personas cerradas al amor que se verán arrastradas por un repentino, bonito y dulce sentimiento, el cual los unirá de una extraña y enigmática manera, donde lo   inexplicable cobrará más sentido que nunca. 
 Esta es la historia de una mujer, dos hombres y un solo latir.  
   
 Cuando alguien muere, ¿adónde va el amor?

Manuela Rodríguez Valerio (Jaén, 1980) vive en Solsona (Lérida). Trabaja a jornada parcial y lo combina con la escritura. Está casada y tiene dos hijos; enamorada de la literatura, el cine y la buena música. Escribe novelas románticas —en su mayoría en primera persona— contemporáneas, con toques de comedia, intriga y drama. 
 Ha escrito diez novelas, cinco de ellas autopublicadas. Ahora, nos deleita con Hasta que deje de latir, publicada con Entre Libros Editorial. 
 Se la conoce como @manuelavalerio_autora. Es activa en las redes, sociable y cercana con sus lectores.