Había oído que los agujeros negros te absorben, te consumen y que ni la luz puede contra ellos.
Jamás pensé sentirme atraída por uno.
Jamás pensé que su magnetismo me hipnotizara.
Después de los sucesos que envolvían mi pasado, nunca imaginé volver a sentir atracción y deseo por alguien que desprendía todo lo que yo no necesitaba en mi vida: peligro.
Hasta que conocí a la representación de un agujero negro: atractivo con su oscuridad y misterioso como tal. Y yo era esa luz que no podía contra él.

Tania Balvoa nació en Valparaíso, Chile, el 28 de octubre de 1998. Titulada de Operaciones Portuarias y Administración de Turismo y Hotelería, sus pasatiempos favoritos son los juegos shooter, pasar tiempo a solas, ver animé y escribir. Desde los 15 años empezó a autopublicarse en diferentes plataformas de internet a modo de terapia y liberación, interesándose así mismo por el mundo de los libros.
Su gran musa es su madre, por su historia de vida y por la calidad de persona que es: resiliente, trabajadora y buena mujer.