En palabras de su autor, este libro de poesía es un destilado de varias hierbas, comparable a la ginebra con receta chilena; por ello, se reconocen aromas que, en su conjunto, invitan a saborear el texto que a ratos deja sentir sus toques amargos. Es la primera botella de un alambique envejecido, golpeado y con óxido superficial, pero intacto en su interior. Recorre experiencias, sueños, dudas, amores y desdichas. Es un mosaico de la vida, un reflejo de lo pasado, pensado y repensado; es una crónica del tiempo. Iniciático es la culminación de un largo anhelo para su autor, que sueña con mejorar su receta y seguir destilando letras. ¡Vamos, ponga hielo, tónica y a leer!

En el otoño del 73 nació por primera vez. La mayor parte de su infancia la vivió en el puerto de Talcahuano, frente al estadio y su morro, entre gaviotas y arreboles de mar. Los libros fueron buena compañía en los días de lluvia y ventarrones de la costa. A los dieciséis comenzó a escribir en hojas sueltas. Era escritura directa: lápiz, papel y borrones. La poesía fue apareciendo lentamente. El año 2000, impulsado por el amor, comenzó a escribir con la idea de publicar. Allí nació por segunda vez. Inmerso en la vida familiar, continuó dejando su huella escrita y silenciosa, pero modelada sin tregua a lo largo del tiempo. Como su primera publicación, equivale a su tercer nacimiento.